Agradezco de nuevo otra aportación personal-profesional sobre el tema medicalización-maternidad.
Sigue siendo uno de los pilares donde se manifiesta, y a la vez, se asientan y perpetúan varios de los bastiones del sistema patriarcal (en lenguaje de Victoria Sau: la M f (P)):
-el miedo
-la sumisión a través de la ignorancia o la manipulación de la información
-el “control” del sistema hacia las sujetas –ya transformadas en “objetos” de estudio-intervención
-el “brazo sanitario”, como sistema de control sobre las personas y los procesos
-la obstetricia, como control y frecuentemente patologización, y/violencia sobre las mujeres –y las criaturas.
-la pediatría lo mismo, pero a la inversa.
-la “uniformización” de los procesos individuales
-las creencias de que lo “cientifico” es igual a “seguro”, “tecnológico”, “analíticas”,”pruebas”, “preventivo”,”bueno”,
-la yatrogenia, o cómo el sistema sanitario genera enfermedad “desde el principio”
-el desempoderamiento de las mujeres sobre sus cuerpos, su salud, sus
-la vivencia y la creencia de que la maternidad es “fuente de sufrimiento” procesos
Todo ello, con un alto coste económico, en salud de la población, y emocional en l@s individu@s.
Y podríamos seguir enumerando muchas más...pero esto no es un artículo.
Efectivamente, el último seminario fue bien. Muy bien. Puso de manifiesto, entre otras cosas, que además de que era necesario, quedaban algo así como 15 perspectivas más desde las que era preciso seguir analizando, y profundizando, la maternidad. Y su relación con el empoderamiento o sometimiento sutil y estructural de las mujeres.
Y la libertad de los seres humanos.
Y también que, por supuesto, sigue habiendo diferentes perspectivas desde donde mirar el hecho más trascendente, animal, social, político, económico, poético y humano de la especie: la maternidad.
Respecto a los screenings en el embarazo….imposible decir aquí todo lo que habría que decir, pero sí es necesario nombrar algunas.
Entre otras cosas: el problema no se limita sólo al triple screening. Existe una enorme “cascada " supuestamente “preventiva” de otros screenings, y de la que ya la OMS viene alertando hace muchos años, y por ello está recomendando cambios drásticos en el modo de hacer seguimiento y prevención en las embarazadas: en síntesis, limitar las consultas del embarazo a 4, y las pruebas complementarias y screenings a simples analíticas de sangre, y alguna de orina (se refieren al grupo poblacional que previamente no presenta una patología diagnosticada).A partir de eso, y de un historia clínica y exploración clínica completas, se pueden derivar, y hacer algunos de los screenings de manera selectiva e individualizada, no a todas o a la mayoría de las mujeres embarazadas. Claro, si se mira en detalle lo que representa esto, incluye prácticas que han dejado de usarse en una consulta de embarazo: medir la altura uterina, informar a la mujer de aspectos que van a favorecer su embarazo o lo van a poner en riesgo, averiguar su nivel de agotamiento, stress, y darle indicaciones…es decir….actuación preventiva médica. Todo eso se está sustituyendo por: ecografía, analíticas, screenings, y una cierta historia clínica-muy incompleta-, que tal como suele realizarse actualmente, tiene una enorme carencia práctica para la salud de esa mujer y ese proceso.
Sólo recordar, -o informar a las aún novatas-, que dependiendo de qué hospital, ciudad, comunidad autónoma, o profesional atiendan a la embarazada, la media de consultas en una embarazada normal, en salud pública, en España, puede oscilar entre 7 y 10, aproximadamente. Y las pruebas-screenings standards:
dos analíticas de sangre, tres a 5 ecografías, test de O¨Sullivan o detección de diabetes, el test del B. streptococo, el triple screening de anomalías genéticas,…por lo menos.
Son innumerables los falsos positivos de las ecografías que dan lugar a situaciones de angustia materna, una cascada aún mayor de pruebas médicas, ingresos hospitalarios, tratamientos injustificados…y finalmente, patología perinatal desencadenada por todo ese proceso…al final del cual, se comprueba “que no era nada!”.
Pero veo cotidianamente múltiples casos de secuelas físicas y/o psíquicas de todo ello, en madres, bebés, y grupo familiar. Y que pueden durar semanas, meses, o incluso años.
En fin, uno de los temas pendientes que aún tenemos por poner al descubierto, investigar seriamente, denunciar, mejorar…-y sobre el que no hubo tiempo de tratar en el último seminario. En concreto, en mi intervención, me quedó en el tintero justamente exponer todo el aspecto clínico del tema. Y sus repercusiones en salud pública.
En definitiva, un aspecto más en el que la supuesta “prevención para ayudar a las mujeres”, toma un tinte cada vez más intervencionista, que genera más dependencias, más miedos, más yatrogenia, y más gasto económico y humano. Y que está deteriorando gravemente la salud de las mujeres-madres, y de las criaturas, con alcances aún por determinar.
Os animo a colgar las ponencias de la última Jornada de redcaps sobre Maternidad en Barcelona de octubre. Y las que no estuvisteis, echéis una ojeada a su contenido. Y hagáis reflexiones, y aportaciones….sigue quedando mucho por hacer, aunque ya se ha hecho mucho!.
Un abrazo. Y gracias por seguir ahí.
María Fuentes. 25 noviembre. 2014. Redcaps-.
