Madrid, a 15 de enero de 2019.
Excma. Sra. Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Excmo. Sr. Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades. Gobierno de España.
Excmos. Sres.:
Por medio del presente escrito, queremos comunicarles nuestra decisión de no presentar ninguna alegación específica al proyecto del Gobierno sobre "Protección para los pacientes de pseudoterapias", en base a las siguientes razones:
Primero.- Que, ni siquiera hemos sido consultados para la elaboración del texto inicial del citado proyecto, como exigen los estándares europeos de transparencia, no habiendo sido oídos ninguno de los sectores afectados, especialmente, los verdaderos expertos en terapias naturales, así como tampoco las asociaciones de pacientes o de usuarios.
Segundo.- Que observamos que ambos ministerios denominan como "pseudoterapias" a lo que se venía designando desde 2011 como "terapias naturales". Esta mutación terminológica se corresponde con una clara involución en la política sanitaria española que pretende perjudicar la consideración que las terapias naturales gozan, desde hace mucho tiempo, en España y en los países de nuestro entorno europeo desde hace mucho tiempo.
Te rcero.- Que esta iniciativa gubernamental entra en contradicción con las recomendaciones de la "Comisión Europea", del "Parlamento Europeo" y de la "Organización Mundial de la Salud" (OMS) para la incorporación completa y normalizada de las terapias naturales a los sistemas de salud.
Cuarto.- Que "pseudociencias" o "pseudoterapias" se corresponde con un término inventado por un pequeño grupo sectario y desde el cual se pretende, a fuerza de repetirse en campañas de mercadotecnia perfectamente diseñadas, una imposición inaceptable a la sociedad española. Resulta especialmente preocupante que se siga esta línea por unas instituciones que deberían representar a toda la ciudadanía, independientemente del credo político, cultural, filosófico y de opciones terapéuticas.
Quinto.- Que el término "pseudociencias" o "pseudoterapias" es ambiguo, ambivalente y contradictorio en sí mismo; pues algo es "falso" o es "ciencia", pero no existen ciencias que sean falsas, pudiendo aceptarse diferentes denominaciones como "Terapias Naturales", "Terapias Médicas No Convencionales", que ya aparecen citadas en textos legales españoles y también "Terapias Tradicionales y Complementarias" o "Medicina Integrativa", según la terminología actual de la OMS, pero nunca el absurdo y torticero nombre de "pseudociencias" o de "pseudoterapias".
Sexto.- Que nos consta que entre los asesores ministeriales existen solo personas de una corriente de pensamiento contraria a las terapias naturales y ninguna favorable a las mismas y que los principales enemigos de las terapias complementarias homenajean públicamente al Ministro de Ciencia con su total aceptación, convirtiéndose así en juez y parte y en los peores enemigos de la libertad terapéutica. Por otra parte, sabemos, además, que no han sido consultados verdaderos expertos profesionales para establecer las propuestas iniciales del ministerio y porque dudamos mucho, por las circunstancias referidas, de que se emitiese un juicio neutral de las diferentes aportaciones que pudiéramos realizar.
Séptimo.- Que resulta más que evidente que existe una importante connivencia entre los ministerios y ciertos personajes públicos en el discurso y en el propósito del exterminio de las renombradas terapias naturales, representando objetivamente, unos y otros, a unas asociaciones contrarias a la homeopatía, que se mantienen gracias a la colaboración de ciertas multinacionales farmacéuticas en permanente conflicto de intereses con el sector de las terapias naturales, por lo cual, parece que dichos ministerios parecen posicionarse en su persecución, en lugar de encabezar la defensa de los pacientes.
Octavo.- Que durante más de treinta años las terapias naturales se han desarrollado en España con normalidad, sin conflictos profesionales, ni daños significativos para los pacientes, de tal manera que si hubiera de desarrollarse un plan de protección, éste debería ser sobre las terapias convencionales, que sí cuentan con miles de efectos secundarios muy significativos y centenares de denuncias anuales, muchas de ellas con resultado de muerte.
Noveno.- Que las denominaciones de "pseudociencias" o "pseudoterapias" se utilizan, claramente, con un sentido denigratorio y con una total falta de respeto a los pacientes de homeopatía y de terapias naturales a los que se considera con incapacidad mental para discernir entre la verdad y el engaño, motivo por el cual nos negamos rotundamente a que se nos difame y hurte, de manera absolutamente injusta y arbitraria públicamente el valor y la capacidad demostrada, con el claro objetivo de entorpecer la atención de la que disfrutamos por parte de médicos formados y capacitados, por lo cual lejos de colaborar con los ministerios, como ha sido y es nuestro deseo, nos veremos obligados a emprender en breve todas las acciones civiles y penales en defensa de nuestro honor y legítimos derechos.
Atentamente,
Asociación Andaluza de Usuarios y Amigos de la Homeopatía
Asociación Andaluza de Usuarios y Amigos de la Homeopatía
