…. ¿Y LOS PROFESIONALES?
Llevamos muchos años trabajando, encontrándonos y discutiendo, incluso peleando por posibilitar la existencia de otro modo de nacer y parir que el que ofrece el sistema hospitalario.
Hemos intervenido en muchos encuentros y jornadas apoyando y defendiendo:
- El nacimiento y el parto como acontecimientos gozosos.
- El protagonismo del bebé y la mujer.
- El parto en casa.
- El respeto necesario ante la vida que se inicia, como un hecho sagrado.
- El derecho de la mujer / pareja a decidir dónde, cómo y con quién desean vivir esa experiencia.
- Mejorar las condiciones hospitalarias en función de esas necesidades.
- Mejorar también las condiciones de la Asistencia Primaria.
- Acompañar y ayudar al núcleo familiar a vivir ese tránsito del modo más completo y responsable posible.
- La formación continua de las/ los profesionales para poder posibilitar y mejorar todo esto.
Y, a la vuelta de todos esos años, y con mayor frecuencia cada vez, nos vemos en la necesidad de preguntarnos.... y nosotros/ as, como profesionales, ¿qué?, y como personas, ¿qué?
Es por esto que hemos sentido la necesidad de abrir esta especie de reflexión pública sobre nosotros como profesionales/ personas/ mujeres/ hombres. Tal vez porque intuimos que del mismo modo que nuestro trabajo nos ha llevado a cuestionarnos de este modo, el reflexionar y profundizar sobre eso, nos llevará a enriquecer nuestro trabajo.
Y nos hemos preguntado:
- ¿Qué nos motivó a trabajar en esto?
- ¿Por qué continuamos a pesar de tantas dificultades?
- ¿Qué aspectos emocionales se ponen en juego a través de nuestro trabajo?
- ¿Cómo repercute éste en nuestra vida cotidiana?
- ¿Dónde están y cómo se llaman los miedos?
- ¿Qué y cómo me cuestiona mi trabajo?
- ¿Qué dificultades encuentro para seguir desarrollando mi trabajo?
- ¿Veo futuro? ¿Cómo?
... Y aquí estamos, en esta reflexión, ... de la que por el momento hemos podido recopilar algunos datos directos de profesionales que llevan varios años en esta andadura...
1.- La motivación más común que nos llevó a este trabajo parece ser que tiene varios puntos:
- Un sentimiento –intuición- impulso que “advertía” de que lo que se ofrecía en el medio hospitalario no encajaba con las necesidades y posibilidades de todas las mujeres/ bebés/ parejas.
Es decir: la experiencia profesional insatisfactoria en el medio hospitalario y la intuición como mujer, que se identifica con la que pare, que orientaba en otra dirección.
- La reflexión y toma de conciencia de que lo que hacemos en el terreno de lo profesional tiene una conexión directa o sutil con lo personal y a la inversa.
Por lo tanto, en la medida en que como mujeres vamos descubriéndonos, cuidándonos y respetándonos, nos surge la necesidad de reflejar eso en nuestra vida cotidiana con los cuerpos y las vidas de otras mujeres y de sus bebés.
- La necesidad de constatar y apoyar que la mujer PUEDE por sí misma dar a luz.
- La necesidad de adentrarse en el mundo de lo femenino, de la ternura, del intercambio de afecto, contacto, comunicación, ofrecimiento.
- La necesidad de sentirse útil y valioso para los demás.
- Una llamada, un impulso muy profundo que te lleva a buscar, vivir y aprender de y en los momentos vitales más límites, y más sagrados y misteriosos: el nacimiento, la muerte, el dolor y el gozo.
2.- Lo que nos hace mantenernos en este trabajo a pesar de las graves dificultades, tanto en lo social, como en lo personal, como en lo económico:
- Es el sentirnos que ese momento del nacimiento estamos más cerca de la vida que nunca.
- El compartir ese momento vital de sentimientos fuertes, profundos, a veces contradictorios.
- La necesidad de completar un proceso, un aprendizaje que se considera muy valioso.
- El no saber decir no a una mujer/ pareja que te hace la demanda directa, y llena de expectativas.
El sentir una conexión profunda entre lo que vives y sientes como persona y lo que realizas en tu trabajo, que te lleva a sentirte VIVA, satisfecha y querer seguir hasta el fondo.
- Porque la convicción de que hay que ayudar a la criatura en el tránsito a la vida es cada vez más fuerte.
3.- Como repercusión en los aspectos emocionales, se nos pone de manifiesto:
- Gran intensidad y variedad de emociones contradictorias: alegría, miedo, gozo, dolor, pánico, ternura,...
- La impotencia ante nuestros límites.
- La toma de conciencia de estos límites y su aceptación (a veces con dificultad).
- Nuestras inseguridades.
- Nuestra búsqueda de compensaciones y satisfacción de carencias de nuestra vida personal.
- La toma de conciencia de la relación de poder – ya sea potencial o de hecho- que se da o puede darse con la mujer.
- La revitalización o reactivación emocional que nos produce.
- Nuestra propia vivencia-relación con nuestro ser mujer-femineidad-maternidad.
- El reto por aprender a “distanciarte” de tus propios sentimientos y proyecciones en función de la necesidad de ayuda, que siendo humana y solidaria no esté cargada de emocionalidad, (negativa o positiva)= PROFESIÓN.
- Nuestra Capacidad de maravillarnos y enamorarnos de la vida.
- Nuestra actitud ante la muerte y la necesidad de elaborarlo como algo fundamental en la persona/ profesión.
4.- En cuanto a la repercusión en la vida cotidiana:
Se viven aspectos positivos:
- Aumenta el optimismo vital: felicidad, realización,..-
- Ha cambiado, transformado concepciones sobre salud-enfermedad, relaciones profesional/ usuaria, modo de trabajar, ha provocado cuestionamientos sobre relaciones personales (madres, pareja, hijos),actitudes personales con las mujeres/ bebés y otros compañeros. Ha ayudado y provocado la necesidad de asumir compromisos con la vida de un modo mucho más concreto y realista (pareja/ profesión/ etc.).
- Rigor en lo profesional, estructuración y clarificación de los aspectos profesionales.
- Búsqueda de nuevos recursos profesionales, contactos, material.
- En el entorno inmediato familiar/ social también se provocan cuestionamientos, sensibilización sobre el tema y cambio de ideas y actitudes.
- Mayor sensibilidad y contacto “sutil” y concreto con las mujeres y con los niños/ niñas.
- Aprendizaje del esperar, darnos tiempo, “recrearnos” y darnos la vida diariamente a nosotros mismos.
Y aspectos negativos:
- Condicionamiento de la vida personal y familiar, y del tiempo libre.
- Aumento del estrés y la ansiedad.
- Modificación continua de la organización de la vida cotidiana.
- Presión de la responsabilidad y del “acoso” social-sanitario con los consiguientes enfrentamientos.
- Dependencia telefónica.
5.- Hablemos de nuestros miedos:
- A no “hacerlo bien” y afrontar mis deficiencias.
- A no encontrar solución para un “problema”.
- A la muerte y sus consecuencias sobre nosotros.
- A la inseguridad de la soledad como profesional.
- A proyectar sobre la mujer nuestras propias necesidades-deseos.
- A asumir mi responsabilidad como profesional.
- A los “poderes fácticos-sanitarios”.
- A los sentimientos negativos sobre la mujer/ pareja.
- A no reconocer mis propios límites y sobrepasarlos.
Y eso nos lleva a cuestionarnos sobre:
- ¿Estoy suficientemente preparada para este trabajo?
- ¿Me basta irme formando profesionalmente, o necesito también ir realizando un trabajo paralelo conmigo misma (reflexión, análisis, terapia)?
- Cómo ejercemos nuestro poder en relación con la mujer.
- La capacidad intuitiva y su posible aplicación en nuestro trabajo.
- Cómo mantener la receptividad y atención vivas en función de la INDIVIDUALIDAD de cada mujer/ pareja/ bebé.
- Capacidad de afrontar las cosas con serenidad y aplomo.
- Relación humildad-respeto-prepotencia ¿hasta dónde pesa más mi búsqueda de “recompensas afectivas” en el trabajo que las necesidades REALES de las mujeres/ bebés/ situaciones?
- ¿Estamos AYUDANDO a la naturaleza a cumplir su cometido o pretendemos sustituirla, manipularla, programarla, distorsionarla, en nombre de “la ciencia”, “nuestras ideas”, “lo alternativo”...?
- El grado de confianza en nosotros mismos como mujeres/ personas.
- Si merece la pena el esfuerzo, el desgaste, el aislamiento,...
- Necesidad de delimitar más VIDA/ TRABAJO.
Y por fin llegamos a las dificultades de:
· Establecer relaciones fructíferas con el medio hospitalario.
· Saber distanciarse emocionalmente.
· Saber conjugar VIDA PRIVADA/ DISPONIBILIDAD.
· Saber decir NO.
· Falta de infraestructura adecuada.
· Dificultad de formación continua válida.
· Establecer un diálogo con las propias dificultades/ miedos/ inseguridades.
· Motivar o conectar con otros profesionales en la misma línea, para aumentar la disponibilidad de los profesionales.
· Aprender a trabajar en grupo.
· Mantener la alerta sobre uno mismo: juegos, manipulaciones,...
Y, sin embargo, hay un futuro:
· Tratar de mejorar –personalmente- la asistencia hospitalaria. Y la asistencia primaria.
· Descansar periódicamente de la actividad “casera” y recuperarse.
· Sensibilizar a otros profesionales:
- Contacto personal.
- Cursos de formación.
- Presencia en jornadas.
· Aprender de los errores y aceptar que esto es un proceso VIVO.
· Lanzarse hacia la potenciación del parto en casa y preparación.
· Seguir formándose.
· Cuidarse personalmente.
· ¿Posible casa de partos?
· ¿Posibles trabajos en equipo?
· Posible equipo de mujeres –salud- maternidad.
· Seguir en un proceso entre nosotros de:
- Crítica continua.
- Apoyo.
- Profundización.
- Intercambios de recursos.
- Formación.
Difícilmente extraeremos una sola conclusión de tantas aportaciones y reflexiones, pero al menos lo intentaremos:
1) Trasvase inevitable y enriquecedor entre MUJER USUARIA/ BEBÉ---- PROFESIÓN.
2) Trasvase inevitable y enriquecedor entre VIDA PERSONAL/ PROFESIONAL.
3) Existe correlación entre: mayor compromiso en lo profesional----- mayor madurez y profundización en lo personal, y a la inversa.
4) El nacimiento y la vida no son sólo del bebé, sino también de la madre, la comadrona y las personas presentes.
5) Existe un vacío grave en cuanto a la formación e investigación en esta forma de asistencia.
6) Componentes presentes en nuestra elección profesional:
- Vocacional.
- Carencial.
- Relación de poder.
- Búsqueda.
- Inconsciencia.
- Intuitivo.
- Casual-destino.
Formas de taller:
- Introducción y preguntas.
- Conclusiones y contenidos como material de apoyo.
María Fuentes, 25-4-91.