Frase

"No te empeñes en curar tu enfermedad; tu enfermedad viene a curarte" Carl Jung

Carta de una profesora de la UCA a la Ministra de Sanidad.

Sra. Ministra,

Agradezco la oportunidad brindada de aportar mi experiencia y mi parecer como ciudadana, consciente, libre y plenamente satisfecha de la Medicina Homeopática así como de otras terapias que suponen una alternativa al modelo de medicina adoptado por el Gobierno y la Seguridad social, modelo que se nos quiere imponer de manera unilateral y excluyente a través del Proyecto de Real Decreto por la que se modifican distintas normas con objeto de proteger la salud de las personas frente a las pseudoterapias.
(https://www.mscbs.gob.es/normativa/consultas/home.htm)

1. Soy profesora de universidad (UCA), tengo 57 años, soy madre de familia. Soy una ciudadana informada, leída, culta y con pensamiento propio que siempre he estado interesada por la salud y la enfermedad. Y esto es así no por tener ninguna enfermedad grave ni por estar deseperada, como se pretende hacer creer, sino por puro interés personal en todo lo humano, por genuina curiosidad. En este proceso de indagación a lo largo de mi vida, en el que he tenido ocasión de explorar la Acupuntura, la Homeopatía o la Naturopatía, todas ellas Medicinas sólidas y con larga tradición, me decidí a tratarme, a mi misma y a mi hija, con Homeopatía y, de modo secundario, con Naturopatía.

2. Mi experiencia de 20 años de tratarme con Homeopatía es plenamente satisfactoria. Me ha curado definitivamente un par de problemas serios que con la medicina oficial se me habían cronificado en mi juventud. Me ayuda a curar toda clase de trastornos graves o leves que van surgiendo, sin provocarme ninguna clase de efectos secundarios. A mi hija la traté con Homeopatía desde muy pequeña y siempre reaccionaba rapidísimamente a los tratamientos. Donde otras niñas de su edad pasaban más de una semana para superar unas anginas, a ella se le resolvían en tres días, sin recaidas posteriores.
No elijo la Homeopatía, por tanto, por desesperación ni por confusión ni por ignorancia ni por superstición ni por miedo.
Elijo la Homeopatía porque disfruto de libertad de pensamiento y de decisión para elegirla, porque me ha demostrado ser muy eficaz a la vez que respetuosa con mi sistema cuerpo-mente de manera integral. Porque pienso y decido libremente.

3. Considero un comportamiento anticientífico, irresponsable y falsario el hecho de meter en el mismo saco propuestas terapéuticas de diversa índole como el reiki o la gemoterapia,con Medicinas que gozan de una sólida y larga tradición en oriente y en occidente, como son la Homeopatía, la Acupuntura o la Naturopatía. No son lo mismo. Me parece muy grave confundir todo esto tanto desde el punto de vista científico como desde el punto de vista social: Confunde, es tendencioso, resulta propagandístico. Les ruego que se informen seriamente, científicamente, ya que este es su gran argumento, antes de imponer una normativa inquisitorial que atentaría y restringiría dramáticamente mi libertad de elegir cómo quiero cuidar de mi salud y de la salud de mi familia.

4. En el mismo sentido, pretender que la medicina alopática, el modelo oficial, es la única que ha demostrado científicamente ser capaz de curar, me parece una completa falacia. Empíricamente, no es la única que cura. Es falso que esté demostrado que sea la única que cura. ¿Quién ha hecho el estudio que lo demuestra? ¿Las farmacéuticas, que destacan por su imparcialidad y objetividad, como es bien sabido?La suya es una medicina magnífica para las urgencias, para la cirugía, que a veces cura, pero que cronifica muchísimas enfermedades que inicialmente no son graves y que genera infinidad de efectos secundarios indeseables por su agresividad. Es una medicina paliativa, que elimina toda clase de síntomas rápidamente, sí, pero que erradica pocas enfermedades, especialemente las más comunes. A veces cura el cáncer, no siempre, ni de modo definitivo, si es que la persona no se muere por los efectos de la quimioterapia. En absoluto es la única que cura, según mi experiencia de más de veinte años y todo lo que veo a mi alrededor. La medicina no es una ciencia exacta, lo sabemos, pero pretenden ustedes que lo es. La gente nos enfermamos y nos morimos y no siempre se sabe porqué ni cómo.

5. Deberían saber ustedes y quizás investigar cómo es que en paises como Francia o Suiza, nada sosopechosos de superchería, la Homeopatía está incluida en la Seguridad social y en las Compañías de seguros médicos, así como en las universidades.
Quizás es que hay otros métodos científicos fiables. Resulta que, empíricamente, funcionan.

6. La ciudadanía estamos cada vez más informados y sabemos que el modelo de medicina adoptado en este país está completamente sometido al monopolio de la industria farmacéutica y de la ingeniería médica. ¿A qué intereses sirven ustedes? ¿A la ciudadanía o a la industría farmacéutica?

7. Defiendo, por tanto, mi libertad de elegir cómo quiero cuidar de mi salud como un derecho inalienable. Nadie tiene dercho a imponerme el modo en que debo tratar mi salud. Por favor, no sean paternalistas, no nos tomen por criaturas crédulas e indefensas, no me protejan imponiendo normas inquisitoriales, imponiendo verdades indiscutibles que son más que discutibles.

8. Integren la Homeopatía, la Naturopatía y la Acupuntura en la Seguridad social. Un modelo de medicina diverso les saldría muchísimo más barato que la medicina monopolizante que tenemos y sería mucho más eficaz y rentable en términos económicos y de salud pública y medioambiental.

Inviertan en formación y en educación, no en represión.

Muchas gracias por leerme,
Atentamente,

Flor María Herrero Alarcón.Universidad de Cadiz.

Cádiz