Jerez de la Fra., a 9 de Agosto de 2001
María Fuentes Caballero.
CICLOS VITALES MUJERES.
CICLO sugiere un período de tiempo, que si bien no está delimitado de modo fijo en cuanto a fechas se refiere, sí nos está indicando un TEMPO, es decir un período a lo largo del cual tiene lugar el desarrollo de unos acontecimientos determinados, hasta su COMPLITUD. Y que a su vez da paso a otros que se hayan estrechamente engarzados a los anteriores, para de nuevo volver a dar paso a los siguientes. Y todo ello en un MOVIMIENTO CONTINUO , TRIDIMENSIONAL, E INFINITO. Porque son VITALES, es decir vivos. Y lo vivo, por definición es un movimiento continuo hacia el desarrollo pleno.
LAS MUJERES? Pues porque ya desde hace algunos años sabemos que la realidad se puede observar, interpretar y vivir de muy diferente manera si el que lo hace es hombre o mujer.
Somos diferentes en la estructura corporal, también en la anímica, también nos relacionamos de modo distinto, trabajamos de modo distinto, incluso enfermamos de modo distinto. Así que hemos de dar por supuesto que el modo de desarrollar nuestra vida, o ciclos vitales hay que intentar analizarla desde nuestras características propias de ser mujeres. Que es, al mismo tiempo, un hecho físico, un hecho anímico y un hecho social.
La definición de cada una de esas palabras nos sitúa frente al tema.
Existen unos períodos más o menos delimitados a lo largo de la
Vida de las personas, que vienen definidos de diferentes modos:
- Desarrollo físico
- Desarrollo anímico
- Expectativas y roles sociales
Los ciclos vitales tal como se viven en esta realidad
Existe una funcionalidad de los ciclos vitales?
Qué sucede cuando no se realizan los ciclos vitales en equilibrio?.
De un modo general, sabemos que el ser humano – de modo muy diferente a los animales- no nace en absoluto habiendo desarrollado todo su potencial. Ni tampoco lo alcanza en los primeros años de su vida.
Ese desarrollo psicofísico está marcado fundamentalmente por la maduración del cerebro, y sus interconexiones, y la regulación que este ejerce sobre el organismo en su totalidad.
Es un proceso complejo, lento y sutil, mediado probablemente por mecanismos y sustancias aún muy poco conocidos. Pero entre las que sin duda, son fundamentales los neurotransmisores y las hormonas.
Este complejo y sutil mecanismo establece unas características físico-anímicas que marcan unas barreras invisibles y al mismo tiempo claras entre una etapa y otra de la vida:
- La infancia. Desde el nacimiento a la pubertad o inicio de la maduración sexual.
- La juventud. Desde la pubertad al inicio de la madurez plena. Barrera muy difícil de delimitar porque tiene muchas más connotaciones subjetivas de desarrollo personal y sociales de roles a asumir, pero que podemos determinar sobre los 30 años.
- La madurez. Desde los 30 años aproximadamente, hasta los 65.
- La vejez. De los 65 a la muerte.
Y por las investigaciones realizadas en antropología social, sabemos que ese desarrollo se desenvuelve en un entorno familiar y social, que a su vez determina las características del mismo. Hasta el punto de que esos ciclos vitales pueden verse modificados desde el punto de vista cronológico, y por supuesto desde el cómo son vividos..
Es decir , que la interrelación entre el desarrollo físico , anímico y social y el medioambiente es –como casi siempre- muy estrecha.
Es otro modo de decir que el funcionalismo del eje hipotálamo –hipofisario –que es el determinante mayor de los cambios físicos a lo largo de la vida, está ligado al desarrollo y tipo de actividad del neocortex. Cada vez más , si observamos la fisiología con mirada amplia y globalizadora, ella confirma lo que de un modo intuitivo y experiencial sabemos.
Ejemplos claros: en los países cálidos, y países del sur, las niñas alcanzan la pubertad de modo más rápido –con varios años de diferencia- que en los países fríos, países del norte.
También estamos observando en nuestra propia sociedad occidental cómo la adolescencia se está alargando, en cuanto a desarrollo anímico y social se refiere, en las últimas décadas.
Así que llegamos una vez más a otro punto de partida:
LA NATURA Y LA CULTURA SE INTERPENETRAN Y FECUNDAN MUTUAMENTE PARA DAR LUGAR A LA VIDA ORGANIZADA.
Si partimos del discurso fundamental del análisis de género, sabemos que desde hace unos cuantos miles de años, la sociedad ha estado organizada de un modo eminentemente patriarcal. Y por hombres. CITA RICH Y BLAIZE de mi libro Pág.25.
Según esa estructura , han sido diseñados todos los valores, roles, leyes, creencias, principios científicos, que rigen nuestra vida y nuestros comportamientos personales y organizaciones sociales. Por lo tanto es de Perogrullo que la forma en que viene definida la vida, en cuanto a desarrollo social, también ha estado determinada desde ese prisma patriarcal.
Si por otro lado, entendemos que la infancia es el momento en que la persona –cual semilla que empieza a germinar- tiene aún todo su potencial por desplegar, y es permeable y vulnerable en mucha mayor medida de lo que nunca lo volverá a ser a lo largo de la vida, comprenderemos dónde está la base de sustentación de todo nuestro desarrollo. En la infancia, se tiene la oportunidad de:
- PROGRAMAR A UNA PERSONA EN FUNCION DE UN OBJETIVO DETERMINADO
- DARLE LAS HERRAMIENTAS NECESARIAS PARA QUE DESPLIEGUE DEL MODO MÁS ARMONIOSO POSIBLE TODO SU POTENCIAL.
Esto produce situaciones como las actuales, en que las mujeres reconocemos que nos programaron para:
una vez absorbida esa programación, nos insertan en un mundo en que todo ha sido programado, para que esto de su fruto: escuela, medios de comunicación, relaciones sociales, estudios, trabajo....
De modo que se llega a la adolescencia ya con una idea PRECISA de lo que se espera de nosotras como mujeres.....
Llegando a la madurez, ya con una larga lista de frustraciones, desencantos y desconciertos, en los que la primera decepción es la de nosotras mismas y todo lo que nosotras hemos construido-sido-vivido:
-¡ay estas tetas tan chicas!
-¿y este culo tan bajo?
-si tuviera las piernas más delgadas.....
-si fuera un poquito más alta....
-no me gusta el trabajo que tengo,
-estoy desesperada de no encontrar trabajo!
-esto de estar todo el día trabajando y que nadie “eche cuentas”, y encima sin sueldo!
-Hija, es que tal como está el patio, no tengo ni siquiera un novio que llevarme a la boca!
-tendría que haber vivido más, y no casarme tan joven!
-Si hubiera esperado más tiempo a tener hijos....
-Tendría que haber empezado antes con esto de los hijos, ahora me siento mayor....
-debería tener un hijo antes de los 35,40?
-tendría que haber estudiado “algo”
-“me equivoqué de carrera”
-¿y esto era el amor?
-no, si él es bueno, pero si me hiciera más caso, a mí y a los niños...
-¿por qué dirán que el sexo y el placer no son la misma cosa?.
-¿placer?....?a lo cualo?...................... Mira que si mi niña se me queda preñá!
-¡es que no me puedo dormir hasta que mi niño entra por la puerta ....(30años)
-me llaman para una conferencia...?yo? por que a mí?...sabre?...ay que nervios!!!!
Nos llevamos gran parte de esa madurez peleando con parte de esas “PELÍCULAS” que nos hemos montado, imaginándonos otras mejores, envidiando las de otras que “suponemos” mejores, resignándonos a que “eso no es para mí”, deprimiendonos por el cabreo contenido contra la vida , y contra nosotras mismas.
Con “suerte”·, si nos hemos topado con uno de esos programitas “culturales” de la tele o un ginecólogo caritativo, “preparándonos concienzudamente para la menopausia!!!!.
Y llegamos a la vejez, con la sensación de que
“esto no es lo que yo creía”.
“todo el mundo va a lo suyo”
“venimos aquí para sufrir”...
“todo es mentira”.....
“total pa esto!....
Hija, es que si yo no cuido de los nietos, ¿cómo va a trabajar su madre?, aunque una ya no está para estos trotes”.... “y cuando una ya no está pa na, la arrinconan, y si te he visto no me acuerdo... “ay, yo no le pido a Dios más que se lo lleve a él primero, porque si le tengo que dejar esa carga a mis hijas.....”
Bueno, ya sé que exagero un poco y que el panorama no es siempre tan negro, ni es igual para todo el mundo.
Caricaturizarlo un poco, sirve para algo fundamental: REIRNOS DE NOSOTRAS MISMAS. Y tener una visión un poco menos dramática de nuestra situación como colectivo.
Lo que quería indicar con todo esto en definitiva, es que, tal como apuntaba anteriormente, la potencialidad que como seres humanos complejos, únicos y maravillosos que somos, queda frecuentemente mermada, constreñida, reducida, manipulada, e incluso aplastada entre unos patrones culturales estrechos, obsoletos, y sobre todo irrespetuosos para la vida en todas sus formas.
Lo que de modo habitual, se nos condiciona a vivir como una especie de caminito estrecho y único del que no te puedes salir -salvo que corras graves peligros- no es más que una caricatura –frecuentemente mala- de lo que potencialmente sería posible.
Yo entiendo que el ser humano hombre o mujer, está llamado, tal como su nombre indica a completarse en tanto que proyecto original de hombre o de mujer, a lo largo de las diferentes etapas de la vida, en TODAS SUS DIMENSIONES.
Eso implica que:
- El ser humano debe poder experimentar en primera persona y en propia carne, sus propias intuiciones, sueño, capacidades.
- El proyecto cultural de ser hombre o mujer en cuanto a rol social, lo debe poder desarrollar cada uno-a, no en función del sexo biológico con el que ha nacido, sino por la idiosincrasia global individual de cada un@.
- La infancia podría ser la etapa del DESCUBRIMIENTO DE SI. A través del cuerpo propio y de l@s próximos. A través de un mundo sensorial rico, diverso y estimulante. A través de dejar libre paso a la curiosidad natural. Y la necesidad de experimentar. A través de que sean aseguradas las necesidades físicas y emocionales en la mayor medida posible de cada persona. A través de la educación y el sostén para el aprendizaje , la conexión y la expresión del propio mundo emocional, físico y anímico.
- La adolescencia podría ser la etapa del DESCUBRIMIENTO DEL OTRO, Y DEL MUNDO. A través de experimentación directa de diversas personas, ambientes, culturas. A través del establecimiento de relaciones personales ricas estimulantes, y comprometidas. A través de una formación que realmente contemplara las necesidades y capacidades individuales, y las potenciara. A través de la flexibilización y apertura de los “corsés” de estereotipos culturales y tabúes morales. A través del refuerzo de la autoestima, la iniciativa, y la creatividad individuales. Y la estimulación de los vínculos grupales sanos y solidarios.
- La madurez podría ser la etapa de la CONCIENCIA DE SI Y SU DESARROLLO PLENO. En la que tuviera cabida: toma de conciencia de quién soy, desarrollo de ese ser en lo personal, lo íntimo, lo laboral, lo familiar en función de MIS CAPACIDADES, PRIORIDADES, NECESIDADES, COMPROMISOS. Elección de trabajo, pareja, vocación, hijos-no hijos, tipo de maternidad, tipo de pareja, tipo de familia, modelo social a desarrollar. Espacio para cuestionarse, replantearse, y re-hacer constantemente cada uno de esos aspectos, sin que signifiquen el fin del mundo, si no se adecuan a mi proyecto vital.
- La VEJEZ podría convertirse en el tiempo de la preparación del legado para el mundo que cada ser humano ha de dejar. Es el tiempo de entrega GRATUITA al mundo de lo que YO SOY. Desprendimiento de los hijos sin dramas. Potenciación de su independencia y realización. Potenciar y generar proyectos colectivos de mejora de la vida. Transmitir conocimientos: cocina, habilidades manuales, conocimientos intelectuales, experiencia útil vivida... Preparación de la DESPEDIDA, para disponerse a entrar en otro nuevo ciclo vital DESCONOCIDO, diverso, según las creencias de cada cual, pero real.
MARIA FUENTES CABALLERO
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