Frase

"No te empeñes en curar tu enfermedad; tu enfermedad viene a curarte" Carl Jung

Incidencia de la preparación a la mater-paternidad

EFECTOS DE LA PREPARACIÓN A LA MATERNIDAD Y PATERNIDAD

Autora: Dra. María Fuentes Caballero.
Médica. Partera. Educadora de Salud.
Secretaria de la Asociación Española Nacer en Casa.
Miembro fundador del centro: “Titania, dones per la salut”.
Actualmente vive y trabaja en ARCOS DE LA FRONTERA, provincia de Cádiz.
Apdo. de Correos 268. Arcos de la Frontera.

Desde hace bastantes años se viene valorando la preparación al parto, como un factor de influencia muy positivo sobre el desarrollo del parto –en concreto de lo que se ha dado en llamar “parto natural”-. Y lo cierto es que lo que empezó siendo fundamentalmente un “entrenamiento de reflejos condicionados”, inspirados en los estudios de Paulov, y en la escuela de Lamaze francesa, con resultados comprobados a lo largo de todos estos años, se ha ido convirtiendo en diferentes países en una variopinta gama de métodos, que contemplan tanto entrenamientos de tipo físico, como otros de tipo mental. Se utilizan métodos aplicados a otros ámbitos de la salud, como la sofrología, el método Mecieres, la eutonía, el canto, diferentes tipos de técnicas de relajación, los centros de energía basados en las teorías reichianas, el método psicoprofiláctico, el método psico-sexual se S. Kitzinger,... todos ellos con la intención de ofrecer a la mujer una herramienta de “entrenamiento” físico y psicológico, que le permita abordar el parto de la manera según unos, menos dolorosa posible, según otros, de la manera más ajustada a sus características personales posible, y según algunos, de la manera más gozosa posible.

Las ventajas y resultados de este tipo de preparación se han podido constatar en las pocas ocasiones en las que se ha llevado a cabo un estudio y seguimiento acerca del tema, y se pueden enumerar los siguientes aspectos:

- Menos incidencia de intervenciones obstétricas.
- Disminución de la duración del trabajo de parto.
- Mayor bienestar, relajación y confort por parte de la madre durante todo el proceso, con la consiguiente repercusión sobre el bienestar del bebé.
- Menor incidencia de anestesia farmacológica y de analgesias, con las consiguientes ventajas para el bebé.
- Posibilidad mayor de abordar el expulsivo sin episiotomía, si los protocolos del equipo responsable lo contemplan.
- Mayor seguridad, autonomía y confianza por parte de la mujer, con las consiguientes repercusiones sobre el bebé, y los profesionales que la asisten.
- Mayor número de lactancia materna, y mayor tiempo de lactancia exclusiva.
- Menor incidencia de depresiones posparto, y de morbilidad alrededor de ese periodo.
- En definitiva, ayuda a la mujer y al bebé a que el momento de parto y nacimiento sea no sólo fisiológico, sino también motivo de encuentro, bienestar y alegría.

Por supuesto, hemos de diferenciar entre una preparación orientada en objetivos y métodos hacia el reforzamiento de la propia confianza de la mujer y la autonomía, y las “pseudo preparaciones” que se llevan a cabo actualmente en la mayor parte de los servicios públicos, y algunos privados, actuales de nuestro país. Pseudo preparación porque va más encaminada a conseguir que la mujer se “adapte” a los criterios y protocolos del hospital al que llegue, y a “domesticarla” para que “no moleste” a los profesionales que han de atenderla, que a cubrir sus propias necesidades y demandas.

Pero es nuestra intención en este trabajo no detenernos sólo en las repercusiones –ya bastante valiosas- que la preparación puede tener sobre el parto. Nuestra intención es plantear lo que a lo largo de los doce últimos años hemos constatado con nuestra experiencia cotidiana con cientos de parejas, a las que hemos acompañado durante al menos seis meses de su proceso de maternidad –paternidad, y que va más allá del momento del parto.

Cuando la preparación se contempla como proceso de acompañamiento a la mujer/ pareja/ familia, y de apoyo a la nueva situación que van a encarar, sobrepasa ampliamente en cuanto a resultados y repercusiones a lo que podríamos llamar preparación para el parto. De hecho, a lo largo de los seis meses (4 durante el embarazo, y 2 durante la lactancia y posparto) de experiencia grupal, con una frecuencia de una vez semanal en grupos mixtos de hombres, mujeres y bebés después de nacer, se produce un fenómeno de intercomunicación entre personas vivas y dinámicas, que ejerce diversas funciones:

1.- Información sobre todos los aspectos de la salud, la reproducción, los aspectos emocionales, el bebé...
2.- Efecto “espejo” entre personas, que conduce a una reflexión personal.
3.- Reflexión sobre todos los aspectos de la maternidad-paternidad, responsabilidad sobre la propia salud y la del bebé,...
4.- Recapitulación de muchos puntos de la vida personal y de la propia historia como hijos/ as,...
5.- Cuestionamiento de los roles parentales, y las propias actitudes como hijos/ padres/ pareja/ personas.
6.- Apertura hacia nuevas visiones de sí mismo y de los otros.
7.- Potenciación de la ayuda mutua en las dificultades y en el compartir los logros.
8.- En definitiva, el grupo actúa –dinamizado de un modo específico- como una especie de “gran madre” que da apoyo, consuela, protege, acoge, refuerza la confianza y nutre a todos los miembros.

Cabe pues, tratar de hacer una valoración exhaustiva de dicho trabajo, recogiendo las evaluaciones que los propios protagonistas han ido haciendo sobre su experiencia. Y con ello, constatar algo que, como hipótesis, nosotras venimos sosteniendo: que la maternidad y paternidad vividas conscientemente, y con apoyo pueden ser un proceso de crecimiento en la persona y en la pareja, y por lo tanto, una fuente de vida –no sólo la biológica- y de gozo, que redundará en su desarrollo como personas, padres y parejas, y en la del bebé –futuro adulto-.

Si desglosamos los diferentes aspectos sobre los que este trabajo incide, podemos enumerar algunos, y al mismo tiempo recoger las palabras textuales que los propios protagonistas han utilizado para ello:

1.- Salud e higiene generales, y específicas de la maternidad-paternidad:

- “Este trabajo me ha aportado un mayor conocimiento de mi cuerpo, el de mi pareja y mis hijos”.
- “He mejorado mi alimentación y la de mi familia”.
- “He disfrutado de mi cuerpo embarazado”.
- “He aprendido la importancia de cuidarme más y darme más descanso”.
- “He descubierto y ampliado mi sensibilidad corporal como hombre”.
- “Soy más consciente de mi responsabilidad sobre mi salud, mi cuerpo y mi vida”.
- “He descubierto la importancia y la magia de la respiración”.

2.- Auto-estima:

- “Ha aumentado mi confianza en mí misma”.
- “Soy capaz de mucho más de lo que me imaginaba”.
- “Soy mucho mejor padre de lo que me temía”:
- “Me siento más fuerte y segura”.
- “He descubierto que es posible empezar a recuperar el poder sobre mi vida, y a tomarla en mis manos. Confío en mí”.
- “Me siento más seguro de mí mismo, incluida la posibilidad de error”.
- “Me reconozco a mí misma más paciente y tolerante”.
- “Me reconozco más a mí misma, mis límites y mi entrega”.
- “Me reafirmo porque siento que mis intuiciones y mis búsquedas no iban desencaminadas”.
- “Me siento más sereno, con más paciencia y más consciente de mis posibilidades”.

3.- Mejora en la comunicación:

- “Hay mayor madurez en nuestra relación”.
- “Confío más en mi pareja”.
- “Nuestra comunicación de pareja se ha enriquecido”.
- “Han aumentado nuestros lazos de pareja”.
- “Ha aumentado la tolerancia entre nosotros y la confianza en nuestros recursos”.
- “Aunque nuestro tiempo es más limitado por la criatura, aprovechamos más nuestros encuentros”.
- “Somos capaces de ayudarnos más y mejor”.
- “El tener un objetivo común, nos acerca aún más”.

4.- Capacidad de demanda de ayuda y de reconocimiento de las propias necesidades:

- “Necesito mucho contacto y apoyo”.
- “El grupo me ha apoyado mucho y he descubierto lo que me cuesta pedir”.
- “El vivirlo acompañado, me lo ha hecho más fácil y más rico en aprendizaje”.
- “La comunicación aquí, con vosotros, me ha hecho avanzar un poco más respecto a mi timidez”.
- “He vivido cómo a veces el apoyo y la ayuda se pueden recibir más de personas aparentemente lejanas, pero solidarias, como vosotros, que de los amigos. Eso me ha hecho redescubrir el significado de la amistad”.
- “He vivido este tiempo como una especie de terapia, que me ha servido de mucho para comprender mejor mis necesidades y las de otros, aumentar mi tolerancia y recuperar el valor del dar y el recibir”.
- “El hablar y ser escuchado ha sido, además de agradable, casi curativo”.
- Acepto mejor mis necesidades y la necesidad de los otros”.
- “Me ha ayudado a vivir mejor mi soledad”.
- “He aprendido a través de las experiencias de los demás”.

5.- Aproximación a la realidad del bebé:

- “Siento un gran respeto por la vida, por mi bebé, y me siento mejor dispuesta a cubrir sus necesidades”.
- “Tengo mayor conciencia de la paciencia y tolerancia que necesito para ayudarle, acompañarle, criarle”.
- “Me he descubierto como muy egoísta, y se me ha abierto una nueva capacidad de sacrificio y entrega a favor de nuestra hija”.
- “Es una gran oportunidad para aprender a querer, y a quererle”.
- “He descubierto algo inesperado y nuevo: mis sentimientos de padre”.
- “Vivo un aspecto nuevo que antes criticaba: mi capacidad de protección”.
- “Descubrir y sentir, ya durante el embarazo, que era una personita, fue muy fuerte, y me hizo sentir mucho más responsable y sensible hacia él”.
- “Se me ha despertado una parte dulce y amorosa nueva y gratificante”.
- “He visto la importancia de dedicarme tiempo a mi mismo, y a nuestro bebé”.

6.- Reconocimiento del rol parental como un proceso de aprendizaje:

- “Me ha cambiado mi esquema de la maternidad, me ha “desprogramado” conceptos rígidos, y he empezado a verlo más como un aprendizaje”.
- “Puedo tolerar más no ser la madre perfecta”.
- “He pasado de verme a mí misma como hija, a verme como madre, y eso también me ha aproximado más a mis padres”.
- “La relación con mi hijo no es algo fijo, sino que se mueve y aprendo a conocerle y quererle”.
- “El grupo y este tiempo me han ayudado a asumir mi situación de madre sola”.
- “He redescubierto el sentimiento de ser madre, y eso me ha compensado en parte de mi anterior maternidad”.
- “Constato lo insegura que me siento a veces respecto a sus necesidades”.
- “Ha sido duro superar mi desconfianza hacia mi capacidad de dar de mamar, y precioso ver cómo también eso he podido superarlo y aprenderlo”.
- “A veces me es difícil aceptar que no sé que hacer o darle para que se calle cuando llora o está mal”.

7.- Reconocimiento de lo propios límites:

- “Me falta tiempo: para mí, para mi pareja, para descansar,...!”
- “Me siento impotente cuando no puedo con todo, y me veo al mediodía aún sin peinar, con la bata puesta y la comida a medio hacer!”
- “Se me ha desmontado mi imagen sobre mí misma: he ido viendo mi inseguridad, mi hiperexigencia, mi intolerancia,...”
- “¡No puedo dormir tanto como me gusta!”
- “El que el parto no fuera como yo hubiera deseado me ha desmontado todo. Me vine abajo. Aún no sé que hacer con eso”.
- “Me siento mucho más cansada, más irritable, y a veces muy sola”.
- “Nuestra vida ha cambiado tanto que hasta para desplazarnos tenemos que pensárnoslo”.
- “Me siento como hombre en inferioridad de condiciones, por no poder dar de mamar”.
- “¡No sé cómo hacerlo para poder dar de mamar después de volver al trabajo!”.
- “Me resulta muy difícil comunicarme”.
- “Me falta valor para expresar lo que siento”.
- “No encuentro el modo de conjugar maternidad e independencia”.

8.- Aumento de la capacidad de recursos, organización, búsqueda y disfrute:

- “A pesar de tener menos tiempo, he aprendido a distribuírmelo mejor”.
- “Me doy cuenta de la necesidad de ser más organizada y ordenada”.
- “Un hijo es un placer”.
- “Además de todo lo que hemos aprendido juntos, yo me he divertido mucho, y una cosa que he notado es que canto más!”.
- “El único modo de poder sacar algo de tiempo libre, es organizarnos mejor”.
- “Sé mucho mejor lo que quiero, y me siento mucho más capaz de pedirlo, o exigirlo”.

9.- Ampliación de horizontes y enriquecimiento de visiones de la vida:

- “He vivido muchas cosas bellas y fuertes en mi vida, pero creo que haberme perdido todo esto hubiera sido la mayor pérdida de todas. Ha sido como volver a descubrir la vida, en letras mayúsculas”.
- “LA confianza y el sentido común son esenciales para la salud”.
- “La vida se encarga de “desprogramarte”.
- “Se constata que uno en potencia lo puede casi todo”.
- “¡Lo mínimo que puedo hacer para mostrar el aumento de mi respeto por la vida y todo lo vivo, es apuntarme a Greenpeace!”
- “Las cosas no son tan cuadradas”.
- “Siento mayor esperanza y confianza en la vida y en el futuro”.
- “Es una gran ocasión para crecer y abrir una nueva etapa en mi vida”.
- “Tengo la impresión de que además de una hija, he nacido yo misma de nuevo”.
- “Ves que las cosas son como son, y no como deseas que sean”.
- “Siento que conozco mejor al ser humano y lo comprendo mejor”.
- “A pesar de que no ha sido como yo deseaba, ha merecido la pena”.
- “A través del dolor y la frustración también hemos crecido”.
- “Dirigir y responsabilizarme de mi vida, es mi aportación a ella”.

10.- Aumento de la capacidad emocional y afectiva:

- “A través de nuestro hijo, he descubierto todo un mundo de ternura, sensibilidad y alegría”.
- “Para desear la vida y vivirla, hay que ponerse a todas”.
- “Vivir con ella de cerca estos meses y el nacimiento de nuestro hijo juntos es un gozo indescriptible, que me hace sentir cosas nuevas”.
- “Me siento más feliz y disfrutando de la ternura”.
- “Es un sentimiento de plenitud”.
- “Estoy más sensible hacia todos los niños, y todo lo vivo”.
- “Me conmueve el milagro de la vida”.

Después de haber compartido muchos testimonios de estas características, es para nosotras evidente la necesidad de seguir abogando por un trabajo amplio en tiempo y profundidad durante el periodo gestacional y de lactancia, preferiblemente grupal, y con un enfoque interdisciplinario y dinámico, en el que el hilo conductor sean las propias necesidades y demandas de los participantes. Y cuyos objetivos tengan en cuenta tanto la ayuda para vivir un parto y nacimiento más gozoso, como el acompañamiento y el apoyo a lo largo de todo el proceso de maternidad y paternidad.

No queremos dejar de nombrar la enorme importancia que tiene el hecho de que no haya rupturas entre todo lo trabajado durante la gestación, y lo que se le ofrezca y permita a la mujer y su acompañante durante el parto. Esto implica la necesidad de plantearse ofrecer un trabajo global y continuado, con el mismo equipo y los mismos acompañantes durante el embarazo, el parto y el posparto, o al menos, un mismo enfoque de asistencia y una coordinación real y efectiva entre los equipos que asisten, que estamos muy lejos en nuestro modelo sanitario convencional de ofrecer. Tal vez esto, revaloriza el trabajo de los profesionales que en solitario, o formando equipos, y sin ningún apoyo institucional, están tratando de mantener, siguiendo este tipo de modelo asistencial, a todas luces pionero y refrescante en el panorama sanitario.


BIBLIOGRAFÍA:

- KITZINGER, Sheila. Come fare nascere un bambino. Casa editrice ambrosiana.
- KITZINGER, Sheila. Naitre a la maison. ED. D´En Bas.
- MURUAGA, Soledad. Análisis y Prevención de la Depresión Posparto. ED. Ministerio de Cultura.
- OMS. La maternité en Europe. ED. OMS. Ginebra.
- SAGES FEMMES DU MONDE. Enfanter. ED. Erison-Roche.
- RUIZ, Consuelo. Preparación psicoprofiláctica al parto sin dolor. ED. Enciclopédica.


María Fuentes Caballero.
Médica-Partera y Educadora de Salud.
Arcos de la Frontera. 1993.