Frase

"No te empeñes en curar tu enfermedad; tu enfermedad viene a curarte" Carl Jung

Menopausia. Granada, 2.009.

LA MENOPAUSIA, ¿OTRO RIESGO PARA LA SALUD U OTRA OPORTUNIDAD PARA LA VIDA?
Aproximación al estudio Biopsicosocial sobre la experiencia de las mujeres de Jerez de la Frontera entorno a la menopausia (1996-2009)

Dra. María Fuentes Caballero
Mail: consultamaria@mariafuente.es
Colaboración para el estudio bioestadístico:
Pilar Viaña Real y A. E. P. Desenvolupament Comunitar
Jerez de la Frontera Julio 2001
Programa de salud y mujer
Delegación de Salud y Género Ayuntamiento de Jerez de la Fra.


COLABORADORAS PARA EL PROCESO DE RECOGIDA DE DATOS
Ángeles Jiménez, Antonia Cairón, Candelaria Romero, Josefa García, Josefa Ríos, Manuela Ruiz, Mª Carmen Barrios, Mª Carmen Ramírez, Mª Carmen Rodríguez de Medina, Mª Isabel López, Mª Victoria Segura, Rosario Pineda

Con todo mi agradecimiento, mi respeto y admiración por:
Su trabajo voluntario, implicación personal, capacidad de entrenamiento y aprendizaje, su fina percepción de la realidad de las mujeres...y tantas cosas que compartimos en esos años, dentro, fuera, y a pesar del peso de la institución.

Y también con todo mi pesar por no haber logrado que la propia Administración local –y la Delegación municipal de salud y género en particular- reconociera ese trabajo, lo difundiera, y lo devolviera a la población de Jerez adecuadamente, tal como era su compromiso, y su responsabilidad pública.

Dedico este trabajo
A este maravilloso equipo en la sombra. Y a las mujeres de Jerez.

PROLOGO Y ACLARACIONES DE ACTUALIZACION
-en Arcos de la Fra. 2009-

El tiempo vuela. Y han pasado....12 años! desde que se inició esta pequeña investigación. Y 8 desde su finalización. Mientras tanto, toda una serie de acontecimientos, jalonan estos años. Me he preguntado en repetidas ocasiones cómo y cuándo vería la luz este trabajo.

Realizado en el contexto del Ayuntamiento de Jerez de la Fra.- Delegación de Bienestar social - Centro de Promoción de salud-, en el Programa de Salud y Mujer que dirigí durante 8 años, y que fue el germen de la primera Delegación de Salud y Género del estado Español- , debía haber visto la luz, antes de finales del 2001.

Sin embargo, causas ajenas a mi voluntad, lo han ido impidiendo:
· La más lamentable: las responsables directas de ese servicio faltaron a su compromiso público de difundir los resultados de este trabajo, por motivos que nada tienen que ver con su responsabilidad técnica y política.
Tras repetidos intentos, que nos ha llevado años y paciencia con diferentes administraciones, concluimos que no hay voluntad política para llevarlo a cabo.
· Mi dimisión voluntaria del servicio y de la institución, unos meses más tarde de la finalización de este trabajo.
· La dificultad de encontrar cualquier otra institución pública-incluidas las que promocionan todo aquello relacionado con mujeres- que apoyara económicamente la publicación.
· La fuerza de los acontecimientos cotidianos: la propia de una vida de mujer con hijas, profesional autónoma de la salud, docente, y escritora ocasional
· El preguntarme, si tras el paso de los años, era adecuado, y pertinente publicar un estudio de tanta actualidad, y que precisamente por eso, pierde fuerza con el paso del tiempo.

Sin embargo, a pesar de todo ello, ha habido otras razones que me hacen pensar en el valor añadido de este trabajo, precisamente, por el tiempo transcurrido:
· Si en aquel momento aún había dudas sobre las posibles repercusiones indeseables en la salud de las mujeres de la THS, ahora tenemos datos concluyentes y de peso, que han disuelto esas dudas. El proyecto Women’s Health Initiative (WHI), de Heiss y Colbrs, cuyos resultados se publicaron en 2008, fue rotundo: el ensayo clínico con administración de estrógenos y progestágenos vs placebo se detuvo precozmente después de 5,6 años de seguimiento, debido a que los riesgos para la salud excedían a los beneficios.
Este sea tal vez el dato más relevante que confirma nuestro análisis y visión de aquel momento. Pero ha habido muchos más.
· Las dificultades encontradas en el camino, me han hecho confirmar algo que es de dominio público, pero que sigue sucediendo: el interés por la realidad directa de las mujeres , y su situación en cuanto a salud se refiere, es menor que ciertos intereses “políticos”, económicos, ideológicos, institucionales, personales.
· El tema sigue siendo de actualidad candente.

Sin duda han aparecido numerosos trabajos, y algunos muy valiosos en esta década –entre ellos no puedo dejar de nombrar los de mis colegas A. Freixas, y M J. Balbas-
Eso me ha hecho preguntarme, si merecía la pena el intento de actualizar la parte teórica del trabajo.
Sin embargo, he concluido que este trabajo sigue teniendo un valor genuino, y actual, tal y como fue acabado en su día.
Los datos extraídos de la realidad de la calle, en directo y en primera persona, por mujeres de la calle, entrenadas para ello, tiene un valor intrínseco, difícilmente emulable.
Tiene un valor directamente antropológico, que va más allá del valor socio sanitario –sin que por ello éste pierda valor-
Esto es sencillamente, prevención primaria real. Sin “campañas”, sin “vacunaciones”, sin “intermediarios”. Conocimiento directo.
· Puede seguir siendo por tanto útil a las mujeres que quieran comprenderse, y comprender mejor qué sucede en esa tan traída y llevada, crítica y fecunda etapa que es la menopausia.

Y es posible que también pueda ser útil a otr@s “buscador@s”-investigador@s que nos sucedan, antropólog@s de la salud, de las mujeres, sanitari@s, sanador@s, que quieran buscar más allá de las “verdades oficiales”, o consideradas “políticamente correctas”.

· Por último: se lo debo a las mujeres de Jerez. En primer lugar al grupo de 12 mujeres –cuyos nombres y apellidos anteceden esta reflexión- que dedicaron valiosas horas de sus vidas de madres de familia, y amas de casa, a hacer el duro, laborioso y valioso trabajo de ir puerta a puerta de las casi 700 mujeres entrevistadas en toda la ciudad, y pasar horas de escucha, conversación, e información, con ellas. 

Asimismo, aprendieron a hacer una encuesta, informarse en torno al tema que las ocupaba, y en definitiva, formarse para un trabajo que no conocían, que nadie les pagó, y que para colmo, ningún-a responsable direct@, les reconoció, ni pública, ni privadamente. Una vez más volvió a pasar: el menosprecio en múltiples formas del trabajo, las horas, la energía, la inteligencia, la capacidad, la entrega generosa de las mujeres. Y en esta ocasión, propiciado nada menos que por una Delegación municipal, cuyo objetivo es luchar por el reconocimiento público de derechos de igualdad para las mujeres.

Y desde luego, se lo sigo debiendo a las cientos de mujeres jerezanas que abrieron su puerta y su vida cuando vinieron a encuestarlas. Y a los miles de mujeres de la calle, jerezanas, gaditanas, andaluzas...o no. Para que sigamos mirándonos a nosotras mismas, compartiendo, re-conociendo-nos, creciendo.

Todo ello me lleva a compartir de manera amplia este trabajo, darlo a conocer por Internet- la vía más accesible, ágil, y democrática que existe y que también en estos años transcurridos ha marcado nuestra comunicación y nuestros conocimientos-. Y autorizo a que se difunda de todas las maneras posibles por parte de quienes la reciban.

CONCLUSIONES GENERALES
1. No existe relación entre la edad cronológica de las mujeres estudiadas, y la edad de inicio del climaterio. Pero se apuntan datos que nos sugieren posibles cambios en los modelos de vida, que traerán consigo un adelanto en la edad del climaterio en las mujeres occidentales.
2. Las fuentes de información más utilizadas por las mujeres son: las amigas, el médico en segundo lugar y los medios de comunicación en tercer lugar.
3. La percepción más general sobre la menopausia es que ésta supone una etapa más de la vida. Pero las mujeres más mayores van a percibir este momento como el principio de la vejez, en mayor proporción que las más jóvenes.
4. Las mujeres que se informaron a través de charlas, conferencias o lecturas tienen una percepción menos dramática de la menopausia que las mujeres que se informaron a través del médico o las amigas.
5. Las creencias o prejuicios existentes sobre la menopausia, condicionan el modo de vivirla. A mayor nivel de creencia de la existencia de trastornos mayor número de trastornos se experimentan.
6. A mayor edad se da menor incidencia de síntomas asociados al climaterio. Los sofocos son el único signo que, efectivamente, se halla asociado al climaterio.
7. La población de mayor edad es la que tiende a tener mayor consumo de fármacos. Pero dichos fármacos no están en relación directa con los procesos climatéricos.
8. Las mujeres con hijos experimentan mayor número e intensidad de síntomas en el climaterio que las mujeres sin hijos.
9. Las mujeres con hijos experimentan más cambios en su vida sexual antes y después de la menopausia que aquellas mujeres que no tuvieron hijos. De modo que parecen estar más insatisfechas tras la menopausia las mujeres que han tenido hijos. Este dato confirma la estrecha relación que, para las mujeres, existe entre la experiencia sexual y la procreación.
10. La mayoría de las mujeres no cambiarían nada de su vida. Las mujeres que tienen hijos suelen estar más satisfechas de su vida sexual. Las mujeres sin hijos tienden a desear a haberlos tenido.
11. Las amas de casa y las dedicadas a la limpieza han obtenido la información de las amigas, mientras que las que tienen una profesión de mayor cualificación lo han hecho más que las demás mediante lectura y médicos.
12. La profesión parece ligada a la experimentación de mayor o menor cantidad de síntomas. De esta forma constatamos que son las amas de casa las que más número de síntomas tienen. Por otra parte, no parece haber relación entre el deseo sexual y el síntoma sequedad vaginal.
13. La mayoría de las mujeres de Jerez de las generaciones presentes en este estudio, no tienen estudios medios, o superiores, o no saben leer ni escribir en su mayoría.
- La mayoría de mujeres que tienen estudios medios obtienen la información a través de charlas.
- Las que tienen estudios superiores han obtenido la información acerca de la menopausia/climaterio, sobre todo mediante la lectura.
- Las mujeres con un bajo nivel de instrucción académica se informaron a través de las amigas fundamentalmente.
No obstante, no parece que el alto nivel de instrucción e información escrita sea útil, en estos momentos, para vivir mejor esta etapa. Sin embargo, sí parece ser de mayor utilidad, la recibida a través de charlas, conferencias, cursos, talleres, etc., donde haya una combinación entre la información y el intercambio mutuo y experiencia vivencial.
14. Las mujeres con un alto nivel académico tienen la creencia de que la menopausia es una etapa más de la vida. Las mujeres con menor nivel, creen que es el principio de la vejez. Sin embargo las primeras tienen más síntomas que las segundas.
15. Los sofocos es el síntoma que en mayor proporción aparece en todos los niveles de instrucción, sin diferencias significativas. En cuanto a los demás síntomas, se observa un escaso porcentaje de aparición en general. Pero si lo comparamos según los niveles de instrucción vemos algunas diferencias entre grupos, aunque no muy acusadas: La sequedad vaginal es más frecuente en las mujeres con estudios superiores. Mientras que las alteraciones nerviosas son más frecuentes entre las mujeres menos instruidas. El trabajo liberal remunerado parece jugar a favor de una mejor salud mental en las mujeres de esta muestra.
16. En cuanto a los deseos de cambiar ciertos aspectos de la vida, se aprecian diferencias según la profesión. Según esto, podemos concluir que las mujeres que no han tenido un trabajo remunerado, desearían haberlo tenido.
17. Existe una relación directa entre el inicio temprano de la menarquia y el inicio temprano de la menopausia. Así como el inicio tardío de una y otra etapa.
18. La edad del climaterio está muy próxima a la edad en que se da la menopausia. Ambas edades se encuentran en estrecha relación con la edad de la menarquia.
19. La extirpación de órganos genitales provoca una menopausia adelantada y precoz, respecto a la menopausia fisiológica.
20. La menopausia por cirugía, conlleva mayor número de síntomas nerviosos y de sequedad vaginal que la fisiológica.
21. No parece haber ninguna relación entre las creencias respecto a la menopausia y como se ha vivido la menstruación durante el ciclo fértil.
22. Tampoco existe relación entre los síntomas, intensidad y frecuencia de los mismos durante el ciclo fértil y los síntomas durante el climaterio.
23. De entre las mujeres que padecen de síntomas, la gran mayoría de las mismas los perciben como desagradables.
Y de entre ellas, una gran mayoría no busca alivio para esos síntomas, porque no creen que lo puedan encontrar. Solo una pequeña parte lo buscan y lo encuentran.
24. La mayoría de las mujeres jerezanas no recurren al médico para consultar ni resolver alteraciones que pudieran considerarse relacionadas con el climaterio
25. Los hábitos de salud son determinantes para la incidencia del número e intensidad de los síntomas atribuidos al climaterio.
Podemos concluir sin lugar a dudas que, los hábitos del café, tabaco, alcohol y el uso habitual de psicofármacos, aumentan significativamente las alteraciones atribuidas al climaterio, especialmente los sofocos. Existen evidencias según la literatura científica, de que otros hábitos de salud, principalmente la dieta y el estrés, tienen una alta incidencia en dicha sintomatología. Pero se haría preciso ampliar en profundidad y en tiempo nuestro estudio, para poderlo confirmar en nuestro contexto.
26. La mayor satisfacción de la vida sexual, incide de manera positiva en la experimentación de síntomas desagradables, observándose una clara disminución de los mismos entre las mujeres más satisfechas sexualmente, principalmente en el síntoma de los sofocos.
Al mismo tiempo, hay una relación directa entre un grado de satisfacción sexual alto y mayores expectativas de cambios y deseos de mejora en la vida. Aunque al mismo tiempo, son las que menos deseos de cambios de pareja y de sexualidad expresan-

La CONCLUSION GENERAL es que la menopausia es sencillamente el cese de la etapa reproductiva de las mujeres. Alrededor de ese período, pueden aparecer cambios adaptativos en su cuerpo, al igual que ocurre en su vida –siendo unos reflejo de los otros- Dichos cambios no pueden interpretarse de modo general como patológicos, sino que forman parte de la idiosincrasia y la historia de cada mujer. Y al mismo tiempo, tienen un origen multifactorial de orden psicobiosocial, que los hacen susceptibles de ser modificados en función del contexto donde se sitúe cada mujer en su escenario vital.

En nuestro entorno jerezano, las mujeres no han incorporado aún de modo masivo, sino en muy escasa proporción, la idea imperante en el “aparato fármaco-sanitario” de que este período implique ponerse en manos del ginecólogo. Ni tampoco la “necesidad” que dicho sistema está creando de modo artificial, de que las mujeres en etapa climatérica deben ser tratadas en su mayoría con THS (Terapia Hormonal Sustitutiva). Terapia que, por otro lado, debe mostrar aún evidencias científicas de su eficacia. Y sobre todo, resolver los graves problemas de salud que comporta. Sólo cabe plantearse de manera rigurosa su utilización, de modo selectivo, individualizado, y fundamentalmente, en casos muy precisos de menopausia provocada por métodos quirúrgicos. No es despreciable evaluar en su justa medida el alto coste económico de dicha terapia, la desproporción entre el coste económico y sanitario, y sus resultados terapéuticos, y la dependencia médica que genera entre las usuarias del sistema sanitario.

Cabe plantearse, sin embargo, la necesidad de difundir entre la población femenina, la importancia de conocer todo aquello que puede potencialmente favorecer un conocimiento mayor de su cuerpo y sus procesos, y un respeto mayor por los mismos. Ello conllevaría, la potenciación de la autoestima, los autocuidados, la gestión responsable de sus hábitos, su vida, sus relaciones y su salud. Y sobre todo, modificaría una gran cantidad de “creencias”, que están en la base de muchos de sus temores, inseguridades y dependencias vitales y sanitarias.

El sólo hecho de modificar los hábitos más básicos de salud -tabaco, alcohol, café, fármacos, dieta, ejercicio físico- implicaría una incidencia real en el nivel de salud de las mujeres en esta etapa. Y de muy valiosas y deseables consecuencias para la salud pública.

Esto implica una inversión en términos de prevención, promoción y Educación de salud de la población. Desde etapas tempranas –juventud, hasta la vejez.

Por último, se hace preciso replantear el significado y alcance de los procesos de envejecimiento, en nuestro contexto cultural. Puesto que, en una cultura que considera que –por definición- lo nuevo y, lo joven es lo deseable y válido –casi a cualquier precio- , es imposible hacer ningún trabajo útil de prevención entorno a la menopausia y la vejez. Puesto que forman parte y son la evidencia visible de que todo lo no deseable ha entrado en nuestra vida, olvidando así que.....

La juventud no es una parte de la vida,
es un estado del alma,
compuesta de una determinada forma de voluntad,
de una disposición a la fantasía,
de una fuerza intuitiva,
de la victoria del valor sobre la pusilanimidad
y del afán de aventuras sobre la comodidad.
Uno no se hace viejo por el simple hecho
de haber vivido un determinado número de años,
sino por haber abandonado los propios ideales.
Cuando los años dejan sus huellas en el cuerpo,
la renuncia al entusiasmo
los graba en el alma.
La aversión, las dudas, inseguridad,
el miedo y la desconfianza
son los años que hacen agachar la cabeza
y que conducen el espíritu a la muerte.
Ser joven significa, a los sesenta o a los setenta,
conservar el amor como algo maravilloso,
conservar el asombro por las cosas brillantes
y los pensamientos relucientes;
una fe osada
con la que enfrentarse a los acontecimientos,
el deseo insaciable del niño por todo lo que es nuevo,
la capacidad de ver el aspecto agradable
y alegre de la existencia.
Seréis jóvenes mientras vuestros corazones sean capaces
de recibir el mensaje de la belleza,
de la sabiduría y del valor;
el mensaje de la grandeza y la fuerza
que os otorgue el mundo,
un ser humano o la eternidad.
Cuando todas las fibras de vuestro corazón
se hayan desgarrado,
y cuando sobre él se haya amontonado
la nieve del pesimismo y el hielo del cinismo,
sólo entonces os haréis viejos,
y entonces, que Dios se apiade de vosotros.

Epitafio en Parco Giardino Sigurta. Cerca de Verona.[1]

BIBLIOGRAFÍA
COLECTIVO DE MUJERES DE BOSTON 1984. Nuestros cuerpos, nuestras vidas. Barcelona. Ed. Icaria.
COLECTIVO DE MUJERES DE BOSTON 1993. Envejecer juntas. Barcelona. Ed. Paidos
FREIXAS FARRE, A. 1993. Mujer y envejecimiento. Barcelona. Fundación La Caixa.
FUENTES CABALLERO, M. 2001. Mujeres y salud desde el sur. Barcelona. Ed. Icaria
GREER, G. 1993. El cambio. Barcelona. Ed. Anagrama.
KITZINGER, C. Y WILKINSON, S. 1996. Mujer y salud. Barcelona. Ed. Paidos
RUEDA, JR. 1995. Aproximación a la introducción y difusión de la terapia hormonal sustitutiva en mujeres postmenopáusicas en España. Madrid. Instituto de la mujer.
SCHNEIDER, S. 1992. La menopausia. Barcelona. Ed. Urano
VALLS, C. 1999. Dossier sobre menopausia. Barcelona. Ed. MYS.
VALLS, C. 1991. Mujer y calidad de vida. Barcelona. Ed. CAPS

[1] Citado por Schneider, S. 1992. Pág.93-94.