El periodista norteamericano analizó estudios científicos para evidenciar que los trastornos mentales no se deben a alteraciones químicas del cerebro.
Todo empezó con dos preguntas. ¿Cómo es posible que los pacientes de
esquizofrenia evolucionen mejor en países donde se les medica menos,
como India o Nigeria, que en países como Estados Unidos? ¿Y cómo se
explica, tal y como proclamó en 1994 la Facultad de Medicina de Harvard,
que la evolución de los enfermos de esquizofrenia empeorara con la
implantación de medicaciones, con respecto a los años setenta? Estas dos
preguntas inspiraron a Robert Whitaker para escribir una serie de
artículos en el Boston Globe —finalista en el Premio Pulitzer al
Servicio Público— y dos polémicos libros. El segundo, Anatomía de una epidemia,
que ahora edita, actualizado, Capitán Swing en España, fue galardonado
como mejor libro de investigación en 2010 por editores y periodistas
norteamericanos.